martes, 20 de marzo de 2012

Amistad

Hoy, iba atrapado en mi música mientras estaba en la combi. El chofer se orilló para levantar pasaje, lo de siempre. Eran tres chicas. Subieron, se sentaron, pagaron y se pusieron a platicar. Iban algo molestas; una de ellas más que las otras. Me llamó mucho la atención la que estaba más molesta, por lo que decidí quitarme los audífonos y escuchar su charla; nada chismoso yo. Hablaba de una de sus “mejores amigas”; decía que cómo era posible que fuera tan perra, que es una hipócrita, que era una de las personas más falsas que había conocido en la vida y esas pendejadas. Traumas de niñas de 15 años que ya han sufrido todo por amor, traiciones y decepciones. Según pues.
Me puse a pensar acerca de eso. Hay palabras que han perdido mucho su valor y una de ellas es “amistad”.
Los amigos ya no son con los que pasas muchos de los mejores momentos en tu vida, con los que siempre ríes, los que saben todo de ti y aun así, siguen siendo tus amigos, los que tu familia conoce, como si más que tu amigo, fuera tu hermano. Ahorita todo aquél con el que te empedas, es tu amigo, aquél que te regala un cigarro, es tu amigo.  Creo que así no es.
Me molesta esa gente que anda diciendo, “Yo tengo muchos amigos” y que quién sabe qué y a la hora de tener un problema lo único que saben decir es, “Me siento solo” o, “Es que nadie me comprende” y entonces me pregunto, ¿Dónde están esos tantos amigos que presumías siempre?.
Se dice que en la enfermedad, en la cárcel y en la muerte es donde se conocen a los verdaderos amigos, pero, si nunca paras en la cárcel o te encuentras en una terrible enfermedad, quizás no sepas quiénes en verdad son tus amigos. Coincido con la idea de Johnny de que “Nunca terminas de conocer a una persona. ¡Nunca, te digo!”, tiene razón. Por más que presumas conocer ‘todo’ de una persona, sabes que no es cierto, ya que por algunas circunstancias dejará que conozcas algunas características y por cada una de esas que conoces, hay otra que desconoces y eso es lo que logra esa magia de la amistad.
Yo mismo llegué a presumir de tener muchos amigos y, reflexionando un poco, me he dado cuenta de que “muchos” serían los dedos que me sobrarían contando a mis amigos.
Sé que aunque lean esto no van a comenzar a decir quiénes son sus amigos, ni que empiecen a hacer una selección de los mismos. No espero que lo hagan, sólo… piénsenlo. 

 Rodrigo

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